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LA HISTORIA QUE HAY DETRÁS DE LA BANDERA DE MÉXICO
En 1821, con la promulgación del Plan de Iguala y la unión de Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero al Ejército Trigarante, se logró poner fin a 11 largos años de lucha por la independencia con España.
El 24 de febrero de ese año, Iturbide decidió como símbolo de un nuevo comienzo para el país, renovó la bandera y los ideales de una nueva nación.
El modisto, José Magdaleno Ocampo, inició la elaboración de la bandera; terminó con 3 bandas en diagonal de tres colores: blanco en representación de la pureza de la religión católica, verde como color de la independencia hacia España y rojo por la rebelión y sangre de los soldados caídos en combate.
En cada franja se veía una estrella superior y otra en el centro, pero Iturbide ordenó que prevalecieran los mismos colores a excepción de la posición de las estrellas, colocando en el centro un águila coronada sobre un nopal.
En 1823, se realiza un cambio con el ave, ya no lleva la corona y se encuentra devorando a una serpiente; posteriormente, Venustiano Carranza durante su gobierno en el año 1916, consintió otro cambio en el que apareciera de frente en vez de perfil y con las alas extendidas. Estos diversos cambios eran frecuentes por los distintos bandos políticos que se alternaban, sin embargo, el último y actual diseño fue determinado por el presidente Miguel de la Madrid Hurtado en 1983.
En festividades cívicas se le rinde honor al lábaro patrio en posición de firmes y la mano derecha extendida sobre el pecho con la palma hacia abajo a la altura del corazón. Desde hace años, el “saludo a la bandera” es siempre cantado:
“Es mi bandera la enseña nacional
Son estas notas su cántico marcial
Desde niños sabremos venerarla
Y también por su amor vivir”…