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El amor de los mexicanos por el picante
Todos sabemos que la comida mexicana suele llevar picante. «El pique», la sustancia que contienen varios ingredientes de la cocina mexicana que producen picor, puede producir ardor, irritar la boca y el estómago e incluso hacer llorar.
A pesar de ello, los mexicanos aman lo aman por encima de todo. Su incorporación en prácticamente todos los platos de la gastronomía mexicana se debe a varias razones:
ES CULTURA Y TRADICION CULINARIA
El frijol, el chile, la calabaza, el maíz… fueron de las primeras especies domesticadas de Mesoamérica y se cultivan desde tiempos prehispánicos. Siempre estuvieron presentes en la sociedad mexicana, a la vez que sus métodos de cultivo han evolucionado con el paso del tiempo.
Estos alimentos siempre han estado al alcance de los mexicanos, por ello, comer picante se ha convertido en un elemento básico de identidad, cultura, tradición e incluso forma de vida.
EL PLACER SUPERA AL DOLOR
Aunque algunos de estos ingredientes picantes puedan producir sensación de quemazón en la boca y el estómago, a la vez produce un efecto placentero. Según Paul Rozin, psicólogo de la Universidad de Pensilvania, el picor es una experiencia emocional de riesgo, que puede ser dolorosa pero no produce ningún daño permanente.
A su vez, explica que consumir alimentos picantes como el chile, ayudan a aumentar los niveles de serotonina y provocan una intensa liberación de endorfinas, sustancias que estimulan la sensación de placer, por lo que el pique resulta ser más placentero que doloroso.
La responsable de esto es la capsaicina, una sustancia que contiene el picante y que activa las neuronas sensoriales que responden al dolor.
Según el Instituto Politécnico Nacional de México, esta estimulación que neutraliza el dolor, hace que se perciba una sensación de agrado y gusto y la activación de la vía del placer en el cerebro asociada a esta sustancia, puede llegar a hacerla por tanto, adictiva.
SE PUEDE AÑADIR A CUALQUIER PLATO
A medida que pasa el tiempo, el pique está más y más presente en diferentes recetes y tipos de platos. Ya no sólo es común añadirlo a las salsas y a los alimentos salados, sino que también es frecuente encontrarlo en pasteles, helados y bebidas. Los helados de chile jalapeño o las galletas picantes de chocolate son algunos de los ejemplos de estos postres mexicanos.
Además de estos motivos, varios ingredientes picantes como el chile, producen numerosos beneficios relacionados con la salud y la belleza, cómo te contamos en uno de nuestros artículos del blog.
Como habrás comprobado, para los mexicanos cada vez es más complicado imaginarse un plato sin picante, si tú también te atreves a comprobar estos efectos y sensaciones placenteras, ven a El Delirio y saborea, descubre y experimenta cada uno de nuestros ‘adictivos’ platos.